El sistema de no culpabilidad para las reclamaciones de indemnización sanitaria dejaría a los pacientes en peor situación


Los diputados de la comisión de salud y asistencia social han recomendado recientemente la introducción de un sistema «sin culpa» para reducir la carga financiera de las reclamaciones de indemnización en el servicio de salud.

Aunque este sistema parece atractivo, su introducción provocaría un aumento del número de reclamaciones, al tiempo que reduciría significativamente los niveles de indemnización concedidos y la calidad de la atención que reciben las personas lesionadas como consecuencia de una negligencia médica.

El objetivo de la indemnización es situar a los lesionados en una posición lo más cercana posible a la que habrían tenido si no se hubiera producido la negligencia. Este principio del derecho, que es un pilar central del sistema de responsabilidad civil, se vería significativamente erosionado por el sistema propuesto. Las personas gravemente lesionadas por negligencia médica estarían en peor situación en cuanto a la indemnización concedida y la atención prestada.

Un sistema sin culpa provocaría más reclamaciones pero reduciría las indemnizaciones

Las cifras de NHS Resolution, antes NHS Litigation Authority, muestran que se pagaron 1.770 millones de libras a los pacientes en concepto de daños y perjuicios en 2021-22, y que los costes legales para ambas partes ascendieron a 627,5 millones de libras.

El análisis realizado por la Asociación de Abogados de Daños Personales de las cuentas anuales de Resolution encontró que las reclamaciones por negligencia clínica representan actualmente el 1,6% del presupuesto anual de NHS England. Según su análisis, esto podría aumentar hasta el 18,5% si se aplica el plan propuesto.

Se han establecido comparaciones con otros modelos de ausencia de culpa, como el de Suecia. Sin embargo, estos argumentos no tienen en cuenta que Suecia gasta más del doble en asistencia social y prestaciones que el Reino Unido. Un sistema sin culpa no sólo impediría que los pacientes recibieran una compensación completa y justa, sino que los dirigiría a un sistema de asistencia social y prestaciones mal equipado.

Para los pacientes que han sido víctimas de una negligencia médica, las reducciones en los niveles de indemnización y en la calidad de la atención obstaculizarían su capacidad para reconstruir sus vidas. Aunque la indemnización ofrece tranquilidad y seguridad a los pacientes, también tiene que ver con la responsabilidad, algo que un sistema sin culpa erosionaría.

También es necesario que haya coherencia entre los distintos tipos de reclamaciones de indemnización. Es injusto que los pacientes reciban una indemnización y una atención significativamente menores que las personas con las mismas lesiones sufridas en un accidente de tráfico o en un accidente laboral. Un sistema de dos niveles como éste no es justo para los pacientes, a menudo con lesiones que les cambian la vida.

En lugar de ello, hay que centrarse en reducir el número de reclamaciones por maternidad, que representan el 12 por ciento de las reclamaciones pero el 62 por ciento de las indemnizaciones.

Si la comisión busca un ahorro económico, la atención debería centrarse en apoyar una estrategia destinada a evitar las negligencias en primer lugar, especialmente mediante mejoras en la atención a la maternidad, donde se producen más de la mitad de los costes.

Jonathan White es el director jurídico y de cumplimiento de la normativa de National Accident


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